Nuevo Sistema de Acceso permitirá valorar más la trayectoria escolar en la admisión a las universidades en 2021
Tal como consigna el diario El Mercurio en su edición del 22 de septiembre, hasta ahora, las universidades del Sistema Único de Admisión debían ponderar en 50% el puntaje obtenido en la PSU. Eso cambiará en 2021, pues el nuevo sistema de acceso baja a 30% el peso mínimo de la Prueba de Transición a la Admisión Universitaria (PDT), dejando más espacio para el ranking de notas y las notas de enseñanza media (NEM). El subsecretario de Educación Superior, Eduardo Vargas, lo destaca como “una mayor flexibilidad en el uso de los instrumentos”, para que cada institución los use según los perfiles de sus carreras. Asimismo, la autoridad indica que “nos parece positivo, en cuando permite un mayor reconocimiento de las trayectorias académicas para estudiantes de buen rendimiento, independiente de su origen o contexto educativo”.
Según datos de la subsecretaría, el ranking – que considera el rendimiento académico de los estudiantes en su propio contexto – es el factor que cobra más fuerza entre 2020 y 2021. Para este año, un 39% de los programas lo ponderaba en al menos 30%, cifra que aumentará al 48% en 2021. Con más discreción, también creció el porcentaje de carreras que otorga un 30% o más al NEM: de 4,66% a 5,06%.
Mayor valoración de notas de enseñanza media en regiones
Los planteles regionales son los que en mayor medida apostarán por la trayectoria de los estudiantes como criterio de selección. Por ejemplo, la Universidad Católica de Temuco, bajó el valor de la prueba en todas sus carreras, mientras que en 42 de ellas tanto el ranking como el NEM pesarán más. “Que te vaya bien en la prueba no es necesariamente porque eres un tremendo alumno (…) Tener buena trayectoria es algo memorable y apuntamos a eso, sobre todo sabiendo que en la región la mayoría tiene condiciones vulnerables”, dice la directora de admisión, Lorena Mora. A esto se suma la realidad local, dice, pues los jóvenes con mayores puntajes suelen salir de la región.
Un análisis similar hace la Universidad de Magallanes, que redujo el peso de la prueba en 22 de sus 24 carreras. Y en todas, el NEM y el ranking tendrán mayor relevancia. El director de Admisión del plantel, Víctor Pérez, explica que en la zona un 40% de cada generación emigra a ciudades como Santiago o Valparaíso, lo que impone desafíos para llenar las vacantes”. En tal escenario, sostiene que relevar la trayectoria escolar permitirá a la universidad mejorar sus puntajes de corte, pero también dar oportunidades a jóvenes que, de otro modo, podrían haber tenido menos opciones de postular. Los estudiantes que tienen éxito, señala el académico, son los que “tienen una actitud de asistir a clases, de estudiar. Si tienen buen ranking o NEM, algo de eso hay ahí”.
Otro caso es la Universidad de Playa Ancha. De sus 37 carreras, 25 darán más ponderación a las notas y el ranking. La directora general de Pregrado, Ivonne Fuentes, explica que lo pensaron en relación con el perfil de postulantes al que apuntan: alumnos que “siendo buenos durante la enseñanza media no han tenido la posibilidad de recibir una educación de élite. En ese sentido, nos pareció que priorizar los puntajes entre las notas de enseñanza media y el ranking es una apuesta”.
Según Verónica Santelices, académica de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica, resaltar factores como las notas permite “capturar esfuerzos más sostenidos, perfiles de alumnos que en su contexto local han destacado y han hecho uso de las oportunidades de aprendizaje que han tenido. Es un buen reflejo de la trayectoria estudiantil, más que una foto (de un momento determinado)”.
Fuente: El Mercurio de Santiago, 22 de septiembre 2020